martes, 14 de abril de 2009

IN THE SPOTLIGHT: Hairspray

Hace más de veinte años John Walters estrenaba en Hollywood una película que desenmascaraba hilarantemente la realidad social de los Estados Unidos en los sesenta: Hairspray. En el 2002 Broadway la adaptó a la ya clásica comedia musical que se llevó nada menos que ocho premios Tony. Por suerte, Buenos Aires no tuvo que esperar dos décadas como en el caso del Fantasma de la Opera, y en el año 2008 de la mano de Enrique Pinti, Hairspray se instaló en la Avenida Corrientes.

En una movida comercial, Canal Trece sacó al aire el reality “Quién quiere ser la protagonista de Hairspray”, competencia de la cual resultó triunfadora Vanesa Butera, actual Tracy Turnblad, rol central de la obra junto a Enrique Pinti, quien interpreta a su madre. Además de las excelentes actuaciones e interpretaciones, la escenografía, maquillaje y vestuario ambientan al Astral con los peinados altos y vestidos a lunares, y hacen que el espíritu de los sesenta se apodere al teatro y de cada uno de los espectadores.

Más allá del talento artístico y los números de baile, esta comedia cuenta con un hilo argumentativo muy interesante. Si se logra mirar más de cerca, se descubre que la fibra de Hairspray reside en su visión crítica de la sociedad americana. Temas como el capitalismo, la sociedad de consumo y el racismo son pilares en esta obra que si bien entretiene, también denuncia en igual medida.

Tracy, el personaje principal, es en sí misma la anti-barbie, con una figura lejos de ser delgada, es dejada de lado por muchas de sus “perfectas” compañeras, que se hacen llamar “las chicas más bonitas” de ojos verdes, peinados impecables y cinturas inexistentes. Es a medida que la historia avanza que el verdadero mensaje se va desprendiendo de las letras pegadizas, que las apariencias no importan, o al mejor estilo del Principito, que “lo esencial es invisible a los ojos”.

La denuncia contra el racismo también se hace notar en este musical en varias de sus canciones, especialmente en “Sólo hay que luchar”. Si bien tiene relación con la historia norteamericana y es una crítica directa hacia la sociedad de los Estados Unidos, nadie es ajeno a problemas como la discriminación y la intolerancia, sobre todo no la Argentina. Esto hace que los temas abordados en Hairspray tengan tanta relevancia por este lado del mundo como en EEUU, convirtiéndolo en un musical actual con muchos elementos de la cultura nacional, la mayoría aportados por comentarios de Pinti.

Así que una comedia musical puede ser más que un par de locos bailando y cantándose entre ellos. Si bien la puesta en escena es muy buena, es decir si bien la cobertura es agradable a los ojos el relleno es mucho más rico. Es el mensaje detrás de los peinados altos y los pasos de baile lo que hace a este musical único, o, mejor dicho, es la mezcla entre todos sus componentes.

Hairspray se despide del Astral esta semana, aunque queramos que las obras duren años y años como en Broadway, lamentablemente acá el presupuesto no da y este musical ya sobrevivió bastante en cartel. Vale la pena apurarse en estos días, ir a reflexionar con su mensaje de fondo, a inspirarse y más que nada a pasarla bien, porque por mucha moraleja profunda que tenga si no satisface y entretiene al espectador una obra no vende. Pero Hairspray se vende sola. Así que, a mirar más de cerca, a pensar y a disfrutar con un musical ambientado en los sesenta pero más actual que nunca. Hay que animarse, “no podrán parar!”


Imagen propiedad de La Nación Online (www.lanaciononline.com.ar)

martes, 7 de abril de 2009

IN THE SPOTLIGHT: Exportando talento

Qué egoístas que podemos llegar a ser que nos sentimos traicionados cuando los grandes artistas nacionales van a destacarse afuera. ¿Es un error ir a demostrar de qué se está hecho al resto de los hemisferios? ¿Está mal llevar una muestra de talento argentino a otras culturas? ¿Es pecado ir a formarse al exterior con profesionales mundialmente reconocidos? No, no y no.

Es un honor que artistas de la comedia musical argentina tengan la oportunidad de aparecer en los programas de las más reconocidas puestas del mundo. Hacen figurar a nuestro país, se destacan y reciben “tips” de experimentados maestros como Andrew Lloyd Webber. Se enriquecen como profesionales y al regresar a casa aportan ideas frescas recién salidas de Broadway.

Cada vez más figuras nacionales revolucionan escenarios a nivel mundial. Prueba de ello es El Premio de Teatro “Lawrence Olivier”, el Oscar del teatro inglés, que cayó este último marzo nada menos que en manos de una argentina: Elena Roger se alzó con el premio a la labor femenina por su interpretación de Edith Piaf en el West End. Elena, una petisa de Barracas fue creciendo a pasos de gigante después de que Lloyd Webber la eligiera en el 2006 para interpretar a Evita en la famosa obra homónima que se presentó en Londres. Una buena noticia es que Roger está de nuevo con nosotros, preparando una adaptación de la obra por la cual fue premiada, sobre el “gorrión de París”, que se estrenará en el teatro Liceo en junio.

Otro caso similar es el de la soprano argentina Josefina Scaglione, quien pasó de Hairspray en Avenida Corrientes a debutar este año en Broadway en el protagónico de María de West Side Story. Scaglione, de tan sólo 21 años, se formó con artistas de la talla de Valeria Lynch, Julio Bocca y profesores del teatro Colón.

“Algún día” cantan los protagonistas mirando al futuro en el clásico de Bernstein. Si hablamos del florecimiento del musical en el país, algún día es hoy, y los argentinos ya se animan a brillar en el exterior, el país sigue emanando cada vez más musicales de lujo y exportando talentos.

Ejemplos como los de Roger y Scaglione incentivan a los que se empiezan a formar desde abajo, a los nuevos aspirantes que antes pensaban que Broadway era tan sólo un mito inalcanzable. Como nos cantaba Elena en Evita, cuando uno tiene ese “pequeño toque de calidad de estrella”, el cielo es el límite.


Imagenes propiedad de La Nación Online (http://www.lanacion.com.ar/)


sábado, 4 de abril de 2009

IN THE SPOTLIGHT: El musical independiente

Ideas y más ideas. Cuando se tiene pasión por algo no dejan de fluir proyectos, ambiciones y ganas. Pero no todos se animan a darle vía libre a esos planes, a veces el miedo al fracaso se impone ante el flujo creativo y las grandes invenciones quedan estancadas, sin ser mejores que un sueño.

Por eso cada vez que aparece la energía emprendedora, particularmente en el mundo del teatro musical, nos incentiva a creer que el amor por el género está resurgiendo. Nos tranquilizamos porque vemos que todavia quedan locos creativos, de esos que van a ver a Liza y escuchan La Novicia Rebelde en el I-pod, de los que están obsesionados con el mundo del musical y lo siguen enriqueciendo y reinventando con proyectos propios.

Hace sólo unos años los avisos de musicales estaban escondidos en el suplemento de Espectáculos, la oferta escaseaba y la extinción del teatro musical en el país parecía cuestión de tiempo. El vuelco ha sido notable, el giro en la historia fue completamente inesperado pues hoy en día las grandes producciones teatrales empapan las páginas de cualquier diario; también lo hacen los emprendimientos independientes, que en los últimos años han ido ganando en cantidad y calidad.

Una productora independiente conocida con el nombre de I-Producciones, a nombre de Isidoro Defina, decidió hace dos años adentrarse en el nicho inexplorado que representaba la comedia musical y armó de cero el primer programa de radio dedicado íntegramente al género: Marquesinas, musicales en el aire. Una hora semanal con información y música del teatro musical nacional y mundial. Por fin gente que da rienda suelta a sus ideas y a base de tenacidad y esfuerzo las concreta. Gente que comparte por sobre todas las cosas el amor por los musicales pero que no deja que muera solamente en admiración, sino que decide explorarlos y explotarlos. Hoy Marquesinas cuenta con dos programas semanales por Radio Palermo y hasta eso no le alcanza para el enorme caudal informativo acerca de estrenos y presentaciones musicales en el país.

I –Producciones
es una productora pequeña que cuenta con la ventaja de involucrarse profundamente en sus proyectos y poder darle su toque personal, ventaja con la que muchas veces no cuentan las grandes empresas inversoras. A su vez esta compañìa ha puesto en escena varias obras musicales independientes como “¿Dónde está Liza?” o, “Siempre Guido” (el pasado Martes 31 de Marzo), donde Guido Zaffora, a su vez conductor de Marquesinas exhibió un espectáculo a sala llena en el teatro el Cubo donde presentó a algunos de los personajes más actuales del musical en Buenos Aires, como Nicolás Scarpino (Sweet Charity) y Vanesa Butera (Hairspray).

Se suman cada vez más presentaciones independientes que se realizan en los colegios porteños y particularmente en la zona de San Isidro, donde la comedia musical cuenta con talleres y cursos, y hasta a veces es una materia curricular. De esta manera se van formando jovenes talentos que el dìa de mañana protagonizarán obras en Corrientes o, por qué no, en el West End. Estas instituciones realizan puestas en escena independientes en forma anual que tienen poco y nada que envidiarles a las producciones profesionales.

El musical está de vuelta, tanto en Avenida Corrientes como en calles ‘x’ y en teatros under. Volvió para quedarse en la opinión pública, en los medios, en los carteles de Panamericana, en la charla cotidiana. Está instalada en la mente de emprendedores capaces, de creativos independientes que se esfuerzan por enriquecer el mundo del teatro musical con producciones propias, dándoles su toque personal. Obras pequeñas quizás en presupuesto pero enormes en cuanto a su calidad y a sus ganas, en cuanto al talento joven incipiente e inspirador.

Por suerte cada vez más soñadores se animan a apostar al género, a materializar sus ideas y a jugar por un rato, a que estamos en Broadway.